sábado, 26 de octubre de 2013

De percusiones, Peronis, Chardonnay, y buena música va la cosa.

Buenas noches amigos, amigas, personas de un lugar llamado mundo, perros, gatos, koalas, leones, y todo tipo de animales y criaturas sobrenaturales que gustosamente os hayáis pasado por aquí. 

En la anterior se me olvidó contaros un momento que viví muy mágico en la mismisima Piazza del Popolo
Cuando nos encontrabamos haciendo turismo y esperando a los demás compañeros de aventuras, delante de nosotros se encontraban unos músicos callejeros, para ser más exactos: un guitarrista y un batería, tocando bonitos clásicos, y claro, yo disfrutaba de la música y al mismo tiempo estaba deseando poder tocar la batería (para todos aquellos que no lo sepáis, soy percusionista y batería, es de las cosas que más me encanta hacer, tocar, es como todo precioso) pues aproveché que a algún transeúnte le dejaron tocar para animarme a intentarlo yo también, y conseguirlo.
En una de las plazas más famosas de Roma tocando la batería, quién me lo iba a mí a decir, y quién me iba a mí a decir que una niña adorable de unos cuatro años se iba a acercar a mí para hacerse fotos a mi lado en lo que yo tocaba, y que mientras le iba a dejar una baqueta para que pudiera hacerse una foto mejor y probase a tocar la batería.
Fue un momento muy mágico, bonito, inesperado y que me dio mucho en cosa de 2 minutos, más el gran aplauso que me dieron mis amigos , y compañeros de aventura al terminar. Además de las risas de la plaza y los gritos de adorabilidad cuando se me acercó la niña. Mil gracias. 


Los días son muchas veces esporádicos y solemos hacer un San Lorenzo o cerves en Piazza Bologna, ya que tenemos aquí nuestro propio ghetto montado al vivir aquí la mayoría de nosotros. Y con unas Peronis, unas risas y gente nueva, tenemos el día hecho. 
También puede ser que en esos días alguno de tus amigos salve a Erizos de la muerte, cuidéis a amigas que no se tienen en pie, o acompañéis a alguna a que desperdicie su alcohol, regalen flores, o las cojan prestadas de un lugar donde blanquean dinero, cantéis el cumpleaños feliz, o preparéis cumpleaños mientras la cumpleañera os escucha desde la puerta pero le sigue haciendo mucha ilusión que le tuviéramos algo preparado. También pasa eso de que os encontréis a un mendigo por la calle y algunos se sienten a jugar a las cartas con él, o que lleguéis con Posters de Trainspotting a casa, y algunos con otras cosas menos útiles. 
O qué os sirvan chupitos al estilo romano, y que si pedís un ron con pera, en vez de mezclarlos como es lo habitual, os pongan dos vasos: uno con el ron y el otro con el zumo de pera, y venga, fiesta de sabores en tu boca. 

Los miércoles son los mejores días por la fiesta que la ESN tiene en el Circolo Degli Artisti, más que nada por la música, y porque no suele haber mucha gente, entonces es perfecto. Entras, saltas y cantas toda la noche con los temazos que ponen confiando tan ciegamente en tu memoria que crees que al día siguiente te acordarás de cada temazo y lo único que te dice tu cabeza es que está viviendo una especie de guerra mundial, o una bomba atómica cada dos segundos. Eso, y que ya vale de tanta fiesta un día de diario. 
Tened cuidado si alguno de tus amigos ve una furgoneta como la de Breaking Bad porque la golpeará y gritará como si Walter White estuviera dentro y no volverá a entrar en la discoteca. 

Hay viernes como el de ayer en los que nos planteamos hacer algo diferente e ir a una fiesta en el mismo campus universitario de La Sapienza, y mientras vamos yendo, no paramos de ver a jóvenes que saltan las vayas y muros para entrar, ya no sabemos si por vicio o porque han jugado mucho al Assasin's Creed y ¿qué mejor lugar para saltar muros que Roma como haría Ezio en el S- XVII? 
Los cuales vuelven a terminar en San Lorenzo debido a que no merecía tanto la pena como parecía la conocida fiesta, y que había una cola que llegaba a España con la tontería.
En la plaza del barrio escuché mucha percusión y no tarde ni dos segundos en ir a donde el sonido me llevaba, pedí coger unos bongos para tocar. Y allí que volví a darlo todo tocando un buen rato, super feliz, y con la gente impresionada al ver que tocaba bien. 
Me recuerda a cuando tenía 11 años y mi madre me había comprado mi Yembe tras mi habitual insistencia, y tocaba con todos los perroflautistas en la Ferias de Plasencia, y todo el mundo que pasaba se quedaba flipando al ver a una niña de 11 años tocar tan bien, fue cuando además cuando le dijeron a mi madre que debería ser batería...que preciosos tiempos aquellos. 
Y tras tocar pregunté a mis amigos si me habían escuchado, alguno de ellos sí y también se quedaron impresionados con lo bien que tocaba. Me quedo con la frase de "Me ha encantado el momento en el que me han dicho que estaba tocando Bea". Precioso todo. 
Finalmente entre unas tonterías y otras, terminamos casi por la mañana en casa, pero fue otro viernes a recordar.

Además deciros como pequeño apunte friki que el Ghetto Bologna también es Breaking Bad, y cada vez somos más los viciados a la serie. Y cada vez más lo que ya se la han acabado y son pobres despojitos humanos. 

Ah, y que no creías que todo es fiesta, que también vamos a clase de italiano y de nuestras respectivas carreras a pesar de muchos no tener ni terminado de confirmar nuestro acuerdo de estudios, pero todo bien.

Y hasta aquí todo amigos. ¡Arrivederci! ¡Ci sentiamo, ci vediamo! 

¡¡Tutti frutti!! 

martes, 22 de octubre de 2013

Pepito Grillo dice...

Han pasado otros doce días desde la última vez que compartí con vosotros nuestras andadas por la ciudad. 

Y como no podía ser de otra manera, seguimos con anécdotas. 
Hoy quiero hacer la entrada con algunos consejos preventivos/graciosos e increíbles: 

Para empezar, aquí, los hombres italianos suelen ser bastante insistentes (pesados) y de éstos que tienen grabado el que la sigue la consigue, pero en éste caso, consigue el corte y casi la orden de alejamiento. 
Pararlos antes de tiempo si tenéis claro que de ese agua no beberás, o a ese Hobbit (Copyright de la gran Carmen) no besarás, para evitar días y días de conversaciones en las que dices que no. Que el tiempo está muy caro. 

Si vais al famoso barrio de San Lorenzo, uno de los mejores en cuanto ambiente universitario e italiano, tened cuidado cuando vengan unos cuántos extraños y empiecen a bailaros al rededor y a tocaros, lamento deciros que no se trata de ninguna obra musical improvisada a lo "West Side Story" o a lo "Glee", si no que se trata de una original forma de robarte el móvil sin que te des cuenta. 
Si tienes suerte, y tu móvil no sirve ni para abrir chapas de Peroni tras más de dos intentos, te lo devuelven como le paso a nuestro pobre y afortunado erasmusito Adriá. 

Cuidado con los profesores, aquí suelen ir a su ritmo, y me lo dijeron el primer día que me encontraba sola en la puerta de la clase esperando sin que viniera el cuando ya había pasado más de media hora. Al ir a secretaría me dijeron entre risas que en Roma se toman la cosa con mucha calma, tanta, que siempre llegan tarde. 
Con el cuidado me refiero a que, al menos para los de La Sapienza, es un mito eso de que a los Erasmus nos pongan facilidades en cuánto a las asignaturas. Aquí para hacer que sientas que eres un italiano de verdad te exigen exactamente lo mismo, y unos 5- 6 libros por asignatura, con sus correspondientes trabajos, prácticas (si existen) y exámenes. Y tened cuidado si os miran, puede ser que el esté mirando el móvil y escribiendo en el mismo mientras una alumna está exponiendo a su lado, pero como te pille hablando/distraída/mirando a las musarañas por un minuto, estás cazada, avisada, y te lo repite yendo a tu lugar por si no te ha quedado claro. 
¿Que está todo el mundo peor que tú? No le importa, es como las madres y sus destroce de tus excusas en cuanto a lo que hacían tus amigos, y las metáforas sobre los puentes y tirarse. Ya sabéis, "Si Jaimito se tira de un puente, irás tu detrás  Pues sí me gusta el Puenting sí...perdón por la absurdez". Continúo. 
En definitiva a todo nos llega ese momento en el que echamos de menos lo malo conocido, que gilipollas toca pelotas por conocer. Y el CES leyó mi pensamiento en ese momento de lo que le eché de menos. 

Si sois unos frikis como yo, y os disponéis a ver una serie en vuestra habitación, Friki cueva, y derivados, avisad antes de hacerlo por los posibles gritos, paradas cardiacas, risas, llantos y multitud de reacciones que pueda provocar con la firme condición de no entrar a no ser que pasen más de dos horas sin escuchar si quiera respirar a la frik...persona normal en la habitación. 

Montad una buena comida en casa es posible, sólo hace falta buenos cocinitas (Grazie mille), buena compañía y ganas de comerse el mundo, la comida,  y darse prisa, que aquí el que no come, devora cuando se trata de comida de verdad, y fuera de las habituales pizzas. 

La humedad en Roma, y el pelo en las mujeres... Aún no he encontrado la solución, aparte de salir con el pelo rizado como si de Mufasa se tratase. Si queréis tener un pelo liso y bonito, volveros a España porque aquí os convertís en Super Saiyans. 

La fiesta de la ESN de los viernes. O se va a las 23.00 o no se entra, y hacemos el idiota en la calle entre risas, que tampoco se está tan mal, pero hace frío. 

No dejarme sola por Roma ya que entro en tiendas y llego a casa con cosas de niña pequeña tales como tarjetas de cumpleaños de El Rey León, preciosas, y con un Buzz Lightyear enano de juguete. Precioso todo. 

Está la gente que crea estrategias para que no pases por la Disney Store, y después están tus amigos que te tapan los ojos, y te llevan en contra de tu voluntad lejos de ella mientras tu gritas como una niña pequeña que quieres entrar solo un momentito. 

Si pasáis por una tienda y hay mucha gente: ¡Entrad! Puede que se trate de la inauguración de la misma, o de alguna fiesta y que te den canapés y Champagne por toda tu cara bonita. Como la nuestra al sentirnos en un capítulo de Sexo en Nueva York pero dejamos el Glamour en casa, al menos yo, que de eso creo no tener mucho. Pero brindar con Champagne se me da muy bien. 

Cuidado si al salir de casa te dicen que vais de turismo, irás de turismo, saldrás de fiesta y volverás con la cara llena de corazones, y será la risa. Al igual que una de las mejores noches pasadas hasta el momento. Por fin, música de verdad para mis oídos tras fiestas donde sangraron con tanto Reggeaton y música comercial. Escuchar cosas como Molotov, AC/DC, Artic Monkeys, Muse y casi toda la música que me encanta, fue perfecto. 

Están los amigos, y luego la confianza en forma propia cuando tus amigos entran mientras sigues con la toalla de la ducha sobre tu cuerpo. Y no entran a verte a ti, entrar a ver a Simba y a Buzz Lightyear, pero después la niña soy yo. 

Y hasta aquí los consejos recogidos tras otros doce días de la aventura "Erasmusita" Espero que os gusten, y a éstas risas, invito yo. 

Volveré.(mos)



jueves, 10 de octubre de 2013

Y así fue hasta hoy

En vista de que podría pasarme milenios actualizando día tras día, he decidido hacer un remix y un resumen corto de lo que vivimos los días anteriores. 

El viernes 20 de septiembre por fin fue el día en el que encontramos el piso más aproximado a todo lo que estábamos buscando. Con habitaciones enormes y bien comunicado.  

Volvimos al Yellow para despedirnos de él, y a la noche salimos en una fiesta de españoles justo al lado del Pantheon. 
Una, que es muy absurda, nada más salir con todos dijo concentrada y emocionada: "Siempre quise salir en Roma con mucha gente para decir: ¡Andiamo!" y la gente, como es normal, murió de la risa. 
Temimos por nuestras vidas en el trayecto del bus nocturno. Ya que el autista (como se le conoce aquí) dejó las puertas abiertas, iba a toda mecha y recordemos que Roma está llena de adoquines.  Con lo que vimos nuestros cuerpos salir por esa puerta. Alguno de nosotros le gritó: "¡Autista Piano!" y yo, que soy así de divertida (y esa frase me la metieron muy bien en la cabeza, gracias) le gritaba: "Chi va piano, va sano e va lontano" 

Nos conocimos un poco más esa noche y lo pasamos bastante bien con los argentinos que partían al día siguiente. 

El sábado tocaba relax y último día en El Yellow. Tras discutir donde salíamos, decidimos que mejor que despedirnos de él, en su bar y discoteca. Conocimos a más gente, española, argentina e italiana. El argentino que se mostró interesante, me pidió que le explicase que era esa de la "Comunicación no verbal" y que le explicase algún caso con sus respectivos ejemplos. Tras hacerlo, le parecí aún más interesante. Y yo, echo de menos volver a estudiar todo eso. 
Fue una noche de risas, donde el punto álgido fue el mini balcón del baño común donde nos reunimos todos a hablar de lo que estaba pasando, y a reírnos de las apuestas que alguna compañera de piso tenía que cumplir. 

Al día siguiente ya tocaba por fin, instalarse en nuestro piso "Erasmusito", de lo que cabe resaltar cierto momento en el que estábamos con la casera y su madre, la cual dijo "Pericoloso" y yo luché por no reírme y continuar con una frase de "Il Re Leone" 

Encontré la taza de mi desayuno, o ella me encontró a mí, de Charlie Brown, y claro, tras varios meses de risas con "Snoopy", me volvió a dar el ataque. 

Al día siguiente, a la pringada ofical del piso, osea a mí,  le tocaba ir a clase por primera vez, y con ganas. Por la mañana empecé a conocer a las personas con las que iría a clase y después me fui a la primera clase, no dimos nada pero conocí a mi primer compañero de clase, vecino y buen amigo valenciano-romano. 

Y la semana pasó entre más fiestas, y clases. Clases que adoro como las de cine, que a pesar de dar toda la historia que ya disfruté y di en España, vemos visionados que algunos nunca vi, y los viernes toca analizar escenas. Si supiera más italiano, estaría yo también analizando, pero claro. 
Conocimos a más gente, disfruté más de la ciudad, pateé la misma "turisteando" un poco, y volviendo a pasar por la casa donde viví el año pasado, y me quedé un par de días sin gemelo. Y sin voz. 

Y más anécdotas como ver a un ladrón que huye a toda mecha mientras es perseguido por un agente de seguridad y te preguntas mentalmente que dónde está Ezio cuando se le necesita, ya que eso en el siglo XVI esto no pasaba (Frikada del Assassin's Creed) 

Ver la Fontana di Trevi de noche, una de las colinas desde donde se ve toda Roma. E ir a pueblecitos donde hay fiestas del vino. 

Tras este resumen intentaré actualizar cuando pasen todo ese tipo de historias increíbles e inverosímiles. 

Como hoy, que al despertar he encontrado una planta en mi piso por arte de magia romana. 

Esto es Roma, esto es todo, amigos.